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Recuerdos traumáticos, la sombra de la depresión, el peso de la culpa y hasta oscuros personajes psicópatas. La cuarta temporada de «Stranger Things» es más oscura que nunca y aborda aspectos interesantes de la salud mental.
Última actualización: 09 junio 2022
Hemos esperado casi 3 años para el estreno de Stranger Things 4. Sin embargo, podemos decir que este retraso -justificado por los cierres de producción por la pandemia- ha valido la pena. Nuestros hijos de Hawkins ya no son tan pequeños y en esta ocasión la trama se sumerge entre interesantes nebulosas psicológicas en las que el trauma es el principal detonante.
Las referencias a la cultura pop de los años 80 siguen siendo la principal seña de identidad de sus creadores, los hermanos Duffer. Sin embargo, ahora, más que nunca, el retrovisor nostálgico está puesto sobre los clásicos del género de terror. Es inevitable no recordar pinceladas de Pesadilla en Elm Street, Hellraiser, Dragones y mazmorras e It.
Es más, incluso Stephen King agradeció un pequeño homenaje a otra de sus obras: Carrie. Ahora bien, si se toman prestados relatos de estas producciones, es por algo. No es sólo nostalgia. Son un mecanismo más que ideal para navegar el sufrimiento humano.
Las pérdidas, los sentimientos de culpa, los traumas, la maldad y las desagradables vivencias de los adolescentes en sus institutos son las huellas que deja el espectador fiel de esta serie.
«Tu sufrimiento está casi llegando a su fin».
-Vecna-
Once vuelve a ponerse en contacto con las instalaciones experimentales del Dr. Brenner.
Stranger Things 4: un viaje al dolor humano
Stranger Things 4 se aleja en esta ocasión del más que evidente sentimentalismo de las temporadas anteriores. Así, y aunque elementos como la amistad, el amor y la lealtad siguen estando muy presentes, la mecánica de cada episodio es cada vez más oscura. Rápidamente descubrimos que buena parte de sus personajes no han superado los dramáticos hechos de la temporada anterior.
También somos testigos de que Once (Millie Bobby Brown) sigue teniendo problemas de adaptación. Si su infancia ya fue complicada, su adolescencia no lo es menos. El instituto es una tortura: “todos me miran como si fuera un monstruo”, dice. Ha perdido sus poderes, su padre adoptivo y como si eso no fuera suficiente de ella, la distancia que la separa le hace cuestionar si Mike (Finn Wolfhard) todavía la ama.
Podríamos decir que “terror escolar” es el primer detonante de la trama. En Hawkins, se desata una ola de asesinatos orquestados por una figura siniestra: Vecna. Esta criatura reside, una vez más, en ese ya familiar “mundo al revés”. Es un ser que se nutre de la culpa de los jóvenes. Los atrae a su oscuridad prometiéndoles algo que la mayoría de los adolescentes anhelan: dejar de sufrir.
Querido Billy, Max y la depresión adolescente
Es muy posible que Si tuviéramos que destacar un personaje de Stranger Things 4, sería Max (Sadie Sink). Tras la muerte de su hermano Billy (Dacre Montgomery) evidencia un claro trauma al presenciar su muerte. Lidia con el peso de la culpa al pensar que no hizo nada para ayudarlo.
A lo largo de varios capítulos, la vemos aislándose de su círculo de amigos. Evitando también su apoyo psicológico e insistiendo en que ella «está bien». Sin embargo, Max tiene problemas para dormir, no puede concentrarse, está de mal humor y tiene recuerdos constantes de la muerte de Billy. Los síntomas de la depresión y el trastorno de estrés postraumático son evidentes.
En el capítulo Dear Billy, la vemos realizando una conocida técnica terapéutica. Escribir una carta al ser que hemos perdido para reconciliarnos con él. Sin embargo, el dolor y el peso de la culpa presente en ella la convierten en una víctima adecuada para Vecna.
Vecna, o cómo alimentarse del sufrimiento y el arrepentimiento de los demás
Vecna, originalmente Henry Creel, es todo un hallazgo.. A lo largo de Stranger Things 4 vamos abriendo puertas psicológicas hasta descubrir la verdadera identidad de este malévolo ser. Podríamos decir que es la quintaesencia de todos los villanos del cine de terror clásico. Es una original combinación entre Freddy Krueger, Pennywise y Hellraiser.
El maestro de la torre de la araña o el Rey No Muerto, como se le conoce en el juego de rol Dragones y Mazmorras, en realidad tiene un origen humano. Este detalle es la piedra angular de toda la trama. Baste decir que desentrañar cómo ha sido su evolución hasta convertirse en una entidad orientada a alimentarse del sufrimiento y el arrepentimiento de los jóvenes, es quizás lo que más interés suscita.
Conocemos a Vecna en su infancia, revelándose como una niña con claros signos futuros de psicopatía.. Es hermético, poco empático con la familia y tortura animales. Solo tiene afinidad por las arañas y específicamente por las viudas negras. Definitivamente, estamos ante algo más que un simple monstruo extradimensional. Su vínculo con Eleven es clave.
Todas las víctimas de Vecna tienen una cosa en común: sufrimiento psicológico.
Once, de vuelta a los laboratorios del Dr. Martin Brenner
Si los traumas psicológicos son el hilo conductor de Stranger Things 4, es imprescindible hablar de Eleven. Su vida está lejos de poder alcanzar la estabilidad. En un intento por recuperar sus poderes, la joven Ella cae en una trampa: es devuelta a la guarida del león, es decir, a los laboratorios experimentales del Dr. Brenner.
No solo la veremos una vez más sometida a las pruebas del despiadado científico al que ella llama «papá». Once debe lidiar con los vestigios de imágenes violentas alojadas en su mente desde su infancia. Se trata del brutal asesinato de todos sus compañeros de laboratorio. Un acto del que, al parecer, ella era responsable.
En esta ocasión, somos testigos, una vez más, de las experiencias del proyecto NINA. Sin embargo, no podemos olvidar que este tipo de experimentos tuvieron un origen real. La CIA puso en marcha el llamado proyecto MKUltra en 1950 con el objetivo de investigar posibles técnicas de control mental con las que tener ventaja frente a Rusia en la Guerra Fría.
Estos programas secretos utilizaron a decenas de estadounidenses sin su permiso. Usando LSD, intentaron profundizar en la telepatía, la visión remota, la telequinesis, etc. Se cerró, presumiblemente, en 1977.
La cuarta temporada de Stranger Things profundiza en el sufrimiento de los adolescentes.
Stranger Things 4 y la continua lucha contra los monstruos
Stranger Things 4 se nos presenta esta vez dividido en dos partes. Netflix ha querido innovar un poco y ha decidido alargar la tensión y esperar unas semanas hasta que podamos ver su resolución. En el volumen 1 la narrativa psicológica es más angustiosa que nunca.
La mentalidad de individuos traumatizados flota en el aire con los mismos tonos escarlata que dominan el mundo del otro lado. Están acompañados por muchos demonios que deben ser derrotados. sin embargo, el la vieja magia de esta producción persiste en esos personajes siempre entrañablescomo el ídolo caído de la escuela secundaria Steve y el siempre fantástico Dustin (Gaten Matarazzo).
Esperemos que en el tomo 2 esa amistad y ese amor que cura cicatrices triunfe una vez más y que convierte a un grupo de adolescentes en una familia. Esa será, sin duda, su aventura definitiva.
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