trabajo para la sumisión mental

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¿Qué pasaría si no pudiéramos recordar nada de lo que sucedió en el trabajo? ¿Y si al llegar al trabajo no existiera nuestra vida personal? Esta idea es la que nos propone Severance, el último éxito de Apple TV.

Última actualización: 28 de mayo de 2022

Separar nuestra vida personal de nuestra vida laboral puede resultar algo tentador para más de uno. Sin embargo, la idea es tan kafkiana que es inevitable experimentar cierto escalofrío. Eso es precisamente lo que busca el último gran éxito televisivo, Severance (Separación), una serie cuyo artífice en la dirección y producción no es otro que Ben Stiller.

Lo cierto es que este argumento de puro terror distópico nos llega en un momento de lo más ideal. En estos tiempos de pospandemia siempre son bienvenidas las narrativas televisivas al más puro estilo George Orwell. El guión nos presenta a la enigmática empresa Lumon Industries. Cualquier persona que desee trabajar aquí debe someterse a un procedimiento quirúrgico único.

Cada empleado ha dado su permiso para que se le inserte un chip para separar su parte de trabajo (innies) de su parte de casa (outies).. El objetivo -aparentemente- es lograr ese equilibrio perfecto entre lo personal y lo profesional, en el que lejos de existir fricciones, la armonía sea perfecta porque cada día se establece un borrado preciso de la memoria al entrar y salir de la empresa.

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Lumon Industries evoca un ambiente hospitalario aséptico, con largos y espeluznantes pasillos blancos y habitaciones minimalistas, en las que se llevan a cabo las tareas más inverosímiles. La serie es una metáfora de la maldad de una parte de nuestro mercado laboral actual.. Micromundos en los que el ser humano es sometido, borrado, asfixiado y manipulado.

“Somos personas, no partes de personas. Incluso con lo poco que nos dieron, estas son nuestras vidas. Nadie puede apagarte».

-Ruptura-

La serie nos muestra cómo las grandes corporaciones utilizan a sus empleados como ratas de laboratorio porque les han dado su consentimiento.

Cesantía y el lado oscuro de la cultura corporativa

La serie nos presenta a cuatro trabajadores del Departamento de Refinamiento de Big Data (MDR) de Industrias Lumon. Como ya sabemos, esta corporación ha desarrollado un sofisticado proceso de bifurcación mental con el que separar la vida laboral de un empleado de su vida personal. De esta forma, las angustias y agobios que cada uno trae de casa quedan en el salón.

Para cuando suben al ascensor, ya se está produciendo el borrado y la consiguiente transición de una esfera a la otra. En realidad, esto puede ser un alivio, una estrategia de escape de los problemas de la vida. ejemplo de esto es Mark Scout, uno de los digitadores que ha perdido a su esposa. Considere que podría ser beneficioso pasar una parte de sus días lejos del dolor del duelo. O al menos, eso es lo que inicialmente creyó.

La jornada laboral se desarrolla metódicamente en una sala con cuatro cubículos en el que se distribuyen dos escritorios, sus ordenadores retrofuturistas y sillas. Aquí es donde trabajan los cuatro protagonistas, que no pueden interactuar con otros departamentos y no saben cuántos empleados más puede haber en esa empresa…

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La serie es una oscura metáfora de cómo algunas megacorporaciones tratan a sus empleados.

Empleados atrapados en un entorno vigilante y controlador

Los integrantes del departamento de refinamiento de big data muestran personalidades conformistas; excepto por el nuevo empleado: Helly. La joven rebelde intenta escribir notas para que su yo externo renuncie a ese trabajo, desde su primer día. Sin embargo, todos los esfuerzos desesperados por escapar de ese escenario, incluido el suicidio, se previenen de manera efectiva.

Es fácil sentir que algo siniestro se esconde en Industrias Lumon. Por lo tanto, la pista más obvia es en un momento en que el yo externo de Mark se encuentra con Petey. Este individuo afirma ser su mejor amigo en el trabajo y haber sido “reintegrado”. Es decir, sus dos personalidades se han unido y esto le permite recordar todo lo que sucede en esa gran y misteriosa corporación…

Es entonces cuando, progresivamente, el conformista, metódico y obediente Marcos despierta y comienza a interesarse por el proceso de reinserción. Quizás, haber cedido a separar tu vida personal de tu vida laboral no ha sido la solución a tu sufrimiento. Puede ser que esté oscureciendo aún más su existencia y velando ciertas verdades…

«La forma más segura de domar a un prisionero es hacerle creer que es libre».

-Ruptura-

La denuncia de la esclavitud laboral en Cesantía

Severance nos trae una siniestra metáfora sobre cómo las todopoderosas megacorporaciones oprimen y dominan a sus empleados. Lumon Industries es casi como si Amazon estuviera dirigido por malvados cienciólogos. En este caso, por una terrorífica Patricia Arquette a la que se venera casi como un ente religioso.

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De este modo, la serie nos sumerge en un ambiente laboral triste y tóxico que evoca un capitalismo occidental que nunca caduca. De hecho, a pesar de lo distópico, ese micromundo en el que se mueven los protagonistas nos resulta muy familiar. Están las rencillas internas, las alianzas inesperadas entre compañeros, la dinámica de grupo, el trabajo por incentivos y hasta esa apasionada defensa de la sindicalización.

La cultura corporativa más fría deconstruye a las personas y crea estas situaciones distópicas que siempre invitan a la denuncia, a la reflexión. También a la eterna pregunta de si vivimos para trabajar o trabajamos para vivir.

El abrazo compasivo hacia los trabajadores

Desde hace muchos años, el mercado de las series nos trae personalidades que logran el éxito en su trabajo. Recordemos Suits, entre tantos otros en los que casi siempre destaca la perspectiva del CEO. Quien triunfa y está en lo más alto. Severance baja la escalera y abraza la figura de los empleados de bajo rango.

De esos que, como abejas que procesan números, subsisten en una empresa donde hay hasta estatuas de cera de cada director general. La serie nos da a entender que, quizás, nunca lleguemos a esas posiciones. Primero, porque estaremos demasiado ocupados trabajando. Segundo, porque lo mejor es no ser como ellos y así evitar decisiones poco éticas, maquiavélicas y nada humanas…

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Gracias por leer ojodesabio.com. ¡Hasta pronto!

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