Investigaciones recientes han encontrado una relación significativa entre la aparición de tinnitus molesto y vivir cerca de una carretera. Sin embargo, existen dos factores más que propiciarían la aparición de este zumbido en uno o ambos oídos.
Última actualización: 02 de marzo de 2023
De repente, puede llegar un día en que el silencio deje de existir. Cuando el tinnitus irrumpe en nuestra vida, se pierde la calma y se perturba por un zumbido, un clic repentino o un pitido irritable. Es un fenómeno perceptivo que no se puede controlar y que, en muchos casos, se convierte en una condición crónica. Viene para quedarse.
Cada vez hay más investigaciones científicas disponibles para ayudarnos a comprender la experiencia del tinnitus. Sin embargo, hace un siglo era ese malestar inquietante del que nada se sabía y que muchas veces podía confundirse con estados alucinatorios. ¿Por qué otra razón alguien escucharía un sonido en su cabeza o en sus oídos que no existe en el mundo exterior?
Ahora entendemos que esta experiencia es real y que tiene que ver con varias partes del cerebro, y no solo con las relacionadas con la audición. También se ha demostrado que puede causar un gran malestar psicológico y que existe un mayor riesgo de desarrollar depresión y trastornos de ansiedad.
Sin embargo, Queda en el aire entender con exactitud los mecanismos que median la aparición de este fenómeno que padece cerca del 15% de la población. Ahora, una investigación muy reciente nos da un posible detonante que vale la pena tener en cuenta.
El tinnitus puede afectar el desempeño laboral, afectar nuestra calidad de sueño y alterar nuestra salud mental. Conocer sus factores desencadenantes puede ayudarnos a prevenirlos.
Vivir al lado de una carretera muy transitada aumenta el riesgo de desarrollar tinnitus.
Tinnitus y ruido de tráfico
La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Sur de Dinamarca publicó una investigación hace unas semanas que revela la relación entre el tinnitus y el ruido del tráfico. Vivir cerca de una carretera muy transitada aumenta el riesgo de desarrollar tinnitus en algún momento de nuestra vida.
El estudio se llevó a cabo con más de tres millones y medio de daneses y fue de lo más revelador. Los datos mostraron cómo el hecho de estar expuesto al sonido persistente de los coches que circulan cerca de la propia casa acaba alterando la salud. Cuanto más aumentan los decibeles asociados con el tráfico, más probable es que experimentemos un zumbido en los oídos.
La Dra. Manuella Lech Cantuaria, una de las autoras de este trabajo, señala que, desde el punto de vista médico, debemos ser conscientes de cómo tener una carretera o autopista cerca reduce nuestra calidad de vida. De hecho, en 2021 incluso se encontró una correlación entre el ruido del tráfico y la aparición de demencia. Veamos más datos asociados al tinnitus.
Necesitamos reestructurar nuestras ciudades y sus carreteras para reducir la contaminación acústica. No podemos ignorar el hecho de que el sonido del tráfico no solo afecta nuestra audición, también aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares.
Variables que aumentan la aparición de acúfenos
Los acúfenos y el ruido del tráfico muestran una relación significativa cuando aparecen, además de una serie de factores. Tener un mal descanso y experimentar un estrés elevado provoca que, en algún momento, estos zumbidos o silbidos puedan surgir en el oído de la persona.
Recuerda que los acúfenos se producen por un error en el sistema auditivo, que provoca la vibración de los tejidos que rodean al propio oído. Ocasionalmente, también puede aparecer una anomalía vascular o contracciones inusuales en los músculos del oído medio o que rodean la mandíbula. El problema está en saber qué provoca esos fallos, esas peculiaridades estructurales.
Parece que algo tan común en ciertas partes de las ciudades, como vivir al lado de una carretera con mucho tráfico, puede desencadenar este problema. Sobre todo, si además dormimos mal y el estrés es un compañero de vida casi constante…
Más de 58 decibelios, un umbral peligroso
La investigación destaca el peligro para nuestra salud que surge cuando estamos expuestos al ruido del tráfico persistente que supera los 58 decibelios.. Considere que los camiones, por ejemplo, emiten entre 70 y 90 decibelios (dB), mientras que las sirenas de los vehículos de emergencia superan los 120 dB.
Lo más problemático es que este tipo de fauna sonora es constante en nuestras ciudades. Y el cerebro sufre. Lo que hace en estas circunstancias es sobreactivar dos regiones clave, como son la corteza auditiva y la amígdala. Tal es la estimulación que experimentan estas zonas que se eleva el flujo de adrenalina y cortisol.
Estas alteraciones metabólicas no solo nos convierten en insomnes que desarrollan tinnitus, sino que nuestra salud general se ve afectada. Por ejemplo, aumenta el riesgo de padecer dolencias no auditivas, como depresión, ansiedad y ese estrés que muchas veces deriva en enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
El ruido del tráfico es un asesino silencioso.
En la actualidad no existe un tratamiento eficaz a largo plazo para eliminar o curar el tinnitus.
¿Qué hacer si vivo cerca de una carretera y ya sufro tinnitus?
Lo primero que debemos saber es que Hasta la fecha, no existe un tratamiento que haga desaparecer la agotadora experiencia del tinnitus.. Lo segundo es que el sonido de las grandes ciudades, la contaminación acústica, es casi tan nocivo como la contaminación ambiental. Nos está quitando la vida en silencio, mermando nuestra salud y nuestra preciada audición.
Ya que los acúfenos y el ruido del tráfico tienen una relación significativa… ¿Qué podemos hacer para prevenir o tratar nuestro acúfeno si ya lo sufrimos? Aquí hay algunas ideas para reflexionar.
Necesitamos cambios en nuestras ciudades en términos de acústica
Reemplazar los autos de combustible por eléctricos realmente no resuelve nada. El principal problema acústico del tráfico está en los neumáticos y el asfalto cuando estas dos superficies entran en contacto. Ese es el sonido persistente que se filtra en nuestro cerebro y lo enferma.
Ante esta realidad, las ciudades deberían reducir la circulación nocturna para facilitar el descanso de sus ciudadanos. Colocar barreras acústicas a lo largo de las vías o idear otro tipo de asfalto que reduzca el ruido de los neumáticos, serían estrategias muy beneficiosas.
Si tenemos tinnitus, aceptemos su presencia
El tinnitus no desaparece, por lo que nuestra única opción es aceptar su presencia. Sabemos que aquellos pacientes que han logrado integrar y asumir este fenómeno neuroauditivo logran un mayor bienestar. Se reducen los niveles de ansiedad, depresión y estrés.
Entonces, en lugar de pelearnos con él, de decirnos “no voy a aguantar esto, me voy a volver loco”, asumamos su presencia sin frustración y sin desesperación. Han llegado para quedarse y cuanto menos luchemos contra dicha realidad mejor. Que suenen, que hagan su zumbido, su pitido. Hay vida más allá de esos límites internos donde resuenan con nosotros.
En caso de que nos superemos, no dudes en solicitar ayuda psicológica. Aunque no podemos escapar del tinnitus, existen estrategias psicológicas para evitar que domine nuestra existencia.
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