¿Sabes qué es la teoría del zeitgeber social?

¿Alguna vez has tenido un desacuerdo con alguien y luego te costó dormir o perdiste el apetito? Aunque te sorprenda, lo que nos sucede a nivel social puede afectar a nuestros ritmos circadianos. Descubre esta relación.

Última actualización: 21 de febrero de 2023

El bienestar físico y psicológico se construye a través de buenos hábitos. Por ello, implementar algunas rutinas en nuestros días facilita que nuestra mente y nuestro cuerpo estructuren el tiempo y sus procesos psicobiológicos básicos.

El cerebro necesita que nos vayamos a la cama a la misma hora.. También que comamos siempre a la misma hora, e incluso que tengamos nuestros momentos de ocio. A nadie le sorprenderá saber que las rutinas saludables y regulares reducen el riesgo de sufrir más de un trastorno del estado de ánimo, como depresión o ansiedad.

Esto explica por qué una vida estructurada favorece el cuidado de nuestros ritmos circadianos. Nos permite adaptarnos mejor a los momentos de luz y oscuridad, favoreciendo la armonía de todos aquellos procesos fisiológicos y hormonales que optimizan nuestro bienestar. Sin embargo, en ocasiones pueden aparecer factores externos que alteran por completo la armonía de nuestros relojes internos.

El equilibrio psicológico no parte sólo de elementos biológicos, qué ocurre en el entorno, cómo los «zeitgebers sociales» están detrás de buena parte de los trastornos depresivos. Lo analizamos.

Hasta no hace mucho tiempo se daba por hecho que el trastorno bipolar estaba provocado por determinadas alteraciones biológicas; sin embargo, ahora se tiene más en cuenta la teoría del zeitgeber social,

Cuidar lo que sucede en nuestro entorno nos permite cuidar el equilibrio de nuestros procesos endógenos.

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¿Qué nos dice la teoría del zeitgeber social?

La teoría del zeitgeber social nos dice que las experiencias de vida negativas e impredecibles interrumpen los ritmos circadianos del cuerpo. Esa relación es la que puede causar problemas de salud mental.

La Universidad de Pittsburgh publicó un estudio que describe este enfoque para resaltar cómo cualquier cambio en nuestros ritmos sociales afecta el reloj biológico, haciéndonos más vulnerables a la depresión.

Este interesante concepto fue acuñado en la década de 1960 por el médico Jürgen Aschoff, uno de los fundadores de la cronobiología. Un zeitgeberg es un elemento que sincroniza nuestros procesos circadianos, como la luz solar. Ahora, más allá de estos factores naturales, están los zeitgebers sociales, como perder el trabajo o no tener rutinas bien estructuradas.

Gran parte de la investigación en torno a esta teoría se ha centrado en el trastorno bipolar.. Durante mucho tiempo se asumió que esta condición provenía de desencadenantes neurobiológicos. Ahora sabemos que enfoques como la terapia del ritmo social, dirigida precisamente a cuidar los zeitbegers sociales, logran estabilizar el estado de ánimo de estos pacientes.

Un zeitbeger que modula por completo nuestros ritmos biológicos es la luz solar. Sin embargo, un zeitbeger social, como nuestros hábitos de vida o relaciones, también afecta los procesos circadianos.

Cuando la esfera social altera la biológica

Sabemos que los trastornos del estado de ánimo, como la depresión, responden a una amplia complejidad de factores. Los hay desde desencadenantes genéticos, hasta educativos y experienciales. Asimismo, otro aspecto que también se aprecia con frecuencia es el hecho de que algunas personas son más vulnerables que otras a la hora de padecer un problema de salud mental.

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Un factor aceptado desde hace años es la referencia a la teoría del zeitgeber social. Existen eventos adversos que ocurren en nuestro entorno capaces de modificar nuestros ritmos circadianos y, en consecuencia, derivar en alteraciones emocionales. Lo social modifica lo biológico y esto se ve frecuentemente a través de varias realidades:

  • Tener una pelea o desacuerdo con alguien.
  • perder un empleo
  • Tener un trabajo con turnos muy largos y desequilibrados.
  • Vivir en un ambiente estresante.
  • Llevar un ritmo de vida sin rutinas claras.

Este tipo de circunstancias acaban afectando a los hábitos alimentarios y de descanso. Es más, estos desencadenantes pueden hacer que dejemos de ajustar nuestras vidas a los ciclos de luz y oscuridad. Esto no solo afecta nuestra salud física, la salud mental también se verá afectada.

Nuestro reloj biológico interno es muy sensible a nuestro estilo de vida social.

Ajusta tus rutinas, para ajustar tu reloj biológico interno

Tu reloj biológico interno o ritmo circadiano no depende únicamente de tu exposición a la luz solar durante determinadas horas del día. Tu estilo de vida puede alterarlo por completo y dar lugar a lo que se conoce como trastornos del ritmo circadiano. La investigación de la Universidad Northwestern en Illinois, por ejemplo, destaca algo que debemos tener en cuenta.

Un ritmo circadiano alterado conduce a deterioro cognitivo, trastornos del estado de ánimo y trastornos cardiometabólicos. La teoría del zeitgeber social nos recuerda que un estilo de vida regulado, estructurado y con hábitos sociales saludables reduce el riesgo de sufrir ansiedad o depresión.

Además, aquellos pacientes con trastorno bipolar pueden manejar mejor sus síntomas cuidando estos factores.

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Terapia de ritmo social para cuidar a nuestros «zeitgebers»

La Terapia Interpersonal y del Ritmo Social (IPSRT) fue desarrollada por la Dra. Ellen Frank en la década de 1990 para regular el estado de ánimo a través de rutinas biológicas y sociales más estrictas. De esta forma, y ​​para controlar esos zeitgebers que alteran nuestro bienestar, lo ideal es crear y desarrollar nuevas rutinas que cuiden nuestro reloj interno. Estas serían algunas estrategias:

  • Mejorar nuestro descanso nocturno y hábitos alimenticios.
  • Correcta gestión del tiempo.
  • Estrategias para regular el estrés.
  • Mejorar las habilidades sociales para manejar mejor los problemas interpersonales.
  • Mejorar nuestros horarios estableciendo momentos de ocio y deporte.

Para concluir, una vida rutinaria es, en muchos casos, una vida sana. Sobre todo si nos permite ajustar las fuentes que provocan alteraciones emocionales y que facilitan, a su vez, estar en armonía con los ciclos sueño-vigilia/luz-oscuridad. Pongámoslo en práctica.

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Gracias por leer ojodesabio.com. ¡Hasta pronto!

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