¿Qué tipo de acaparador digital eres?

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¿Eres de los que nunca borra las fotos de tu mascota o de tus hijos y las acumulas hasta quedarte sin espacio en el móvil? Si te sientes identificado, la ciencia te ha clasificado en una tipología digital. ¡Descubre cuál eres!

Última actualización: 30 de noviembre de 2022

La digitalización de la vida ha cambiado nuestros hábitos. Los teléfonos móviles, las tabletas y los ordenadores son nuestros auténticos apéndices cotidianos; los amamos y los odiamos, nos condicionan y, a su vez, la forma en que los usamos define nuestra personalidad. Esta interacción constante entre humanos y máquinas está trayendo nuevos fenómenos dignos de interés.

Por ejemplo, ¿Eres de los que acumula correos en tu bandeja de entrada desde tiempos inmemoriales? ¿O tienes una obsesión especial por liberar espacio y borrar cuanto antes todo lo que no te interesa? Por sorprendente que nos parezca, lo que vive en nuestra papelera de reciclaje dice mucho sobre nosotros.

Hay quienes no borran nada y hay quienes borran tanto que incluso destruyen documentos y fotos de las que luego se arrepienten. Nuestro carácter y nuestros rasgos de personalidad se reflejan en ese universo digital. Tan es así que La ciencia ha definido cuatro patrones de usuarios de tecnologías entre los que, seguramente, nos veremos identificados.

El acaparamiento digital, es decir, la tendencia a la acumulación de aplicaciones o carpetas en nuestro móvil u ordenador suele mostrar cierta tendencia a la ansiedad.

Cada uno de nosotros maneja nuestro contenido digital de una manera diferente y eso revela nuestra personalidad.

El acaparador digital y sus cuatro tipos

La Universidad de Northumbria publicó un estudio en 2020 que tuvo bastante impacto. Nos habló de un nuevo término que define muy bien el comportamiento del ser humano en este siglo. Nos hemos convertido en acaparadores digitales, es decir, personas que acumulan en sus dispositivos electrónicos una gran cantidad de aplicaciones, datos, archivos y fotos que no siempre necesitan.

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Hay un dato curioso que no deja de llamar nuestra atención. Con el advenimiento de la tecnología, muchos de nuestros estantes quedaron vacíos. Hemos dejado de comprar archivadores y álbumes de fotos porque ahora nuestros discos duros pueden acumular toneladas de información que solía llenar el espacio en nuestras casas.

Por ejemplo, podemos tener toda una biblioteca en nuestro ordenador con cientos de libros. Incluso es posible dejar de comprar discos y optar cada día por una lista de reproducción de Spotify según nuestro estado de ánimo. La tecnología ha liberado nuestros espacios físicos para convertirlos en acaparadores digitales, es decir, acumuladores de información digital.

Esto ha permitido que la ciencia nos divida en cuatro tipos de acaparadores. Y cuidado, porque los expertos incluso han detectado patrones de comportamiento verdaderamente patológicos. Un ejemplo de ello son las personas que compran decenas de discos duros porque no se atreven a borrar ningún archivo, ninguna foto…

Todo lo que no nos genera alegría, bienestar virtual o nos es útil debe ir a la papelera virtual.

1. El acaparador digital ansioso

«No voy a borrar esto por si acaso». ¿Te sientes identificado? Pues lo cierto es que el trastorno de acumulación compulsiva, descrito en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) se puede equiparar al acaparador digital. Es cierto que tal conducta aún no ha sido incluida como categoría diagnóstica, pero muchos psicólogos y psiquiatras están observando conductas problemáticas.

Detrás del acaparador digital más obsesivo está la ansiedad. Son personas con miedo a borrar cualquier archivo o fotografía por lo que pueda pasar. A veces también puede haber un desencadenante emocional (no puedo borrar las fotos de mi hijo, aunque tengo 200 que se ven exactamente iguales).

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Asimismo, esta renuencia a borrar muchas veces cae en explicaciones completamente irracionales. Guardan correos electrónicos y documentos que tienen décadas, según ellos, por lo que pueda pasar. Sin embargo, sus justificaciones no siempre tienen sentido. Esto hace que tengan que comprar discos duros y pagar varios servidores para tener más espacio.

2. El acaparador digital obediente

El acaparador digital obediente es típico de los entornos de trabajo. Este fenómeno aparece cuando en el trabajo nos piden que no eliminemos ningún archivo o correo electrónico, por si luego es de utilidad. Es cierto que en ocasiones, por diversos motivos, puede ser útil disponer de determinado correo electrónico o cierta información para justificar determinadas acciones.

Sin embargo, lo que nos dicen los expertos en productividad y protección de datos es que cuantos más archivos acumulemos, más engorroso será nuestro trabajo y estaremos más expuestos a los ciberataques.

La ansiedad también puede convertirnos en acaparadores digitales. Un ejemplo de ello es mantener una gran cantidad de espacio virtual para fotos y datos que no borramos por miedo a lo que pueda pasar.

3. Los acaparadores digitales perezosos

Seguro que todos tenemos al clásico amigo que al abrir su portátil vemos que toda la pantalla está ocupada por carpetas. Son tantos los programas y archivos que acumula que este factor afecta incluso al rendimiento del propio ordenador. Con muchos móviles pasa lo mismo, a veces hay tantas aplicaciones que cuesta encontrar lo que se necesita rápidamente.

El acaparador digital perezoso es aquel que no ordena, que por pereza no borra lo que ya no necesita ni se preocupa por cuidar la tecnología y los datos que utiliza.

4. El acaparador de coleccionistas digitales

Todos tenemos nuestros propios pasatiempos, pasiones e intereses. Ahora, gracias a la gran cantidad de contenido en línea a la que tenemos acceso, coleccionar lo que amamos es más fácil que nunca. Podemos tener decenas de discos duros con nuestras películas y libros favoritos, con imágenes de nuestras obras de arte favoritas, con actores y artistas que adoramos.

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Sin embargo, Hay quienes llevan esta práctica al extremo de la obsesión, al punto de acumular grandes cantidades de información sobre uno o más temas. Este es un fenómeno nuevo que aún necesita ser estudiado con mayor profundidad, pero que ya está llamando la atención de los expertos.

El buen uso y manejo de nuestros archivos en línea también favorece nuestra salud mental.

Móvil ordenado, mente ordenada

Todos acumulamos decenas de gigas con fotos de nuestros hijos, amigos, familiares o mascotas, por ejemplo. Es cierto que nos inquieta un poco borrarlos, porque al hacerlo es como si los estuviéramos borrando. Sin embargo, por curioso que parezca, la correcta gestión de nuestra información y datos digitales también impacta en nuestra salud mental.

No hace mucho decíamos que “una casa ordenada es como una mente ordenada”. Ahora bien, podemos decir lo mismo de nuestros dispositivos: “un móvil o un ordenador con toda la información bien gestionada, refleja una mente ordenada”. Porque Detrás de quienes acumulan y temen borrar el más mínimo archivo, puede haber un alto nivel de ansiedad.

El acaparamiento digital excesivo no describe actualmente ningún trastorno clínico, pero es posible que pronto se incluya en los manuales de diagnóstico. Nos estamos convirtiendo en una sociedad que almacena toneladas de información que no necesita por miedo a borrarla.

Esto se traduce en la creación de millones de servidores en todo el mundo que, a modo de granjas, nos salvan la vida y los datos al consumir una gran cantidad de electricidad. Tengámoslo presente, borrar a veces libera e higieniza nuestra vida. También ayuda al propio planeta.

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Gracias por leer ojodesabio.com. ¡Hasta pronto!

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