Por Caroline Knorr
Es posible que el sexteo entre adolescentes no sea la epidemia de la que se ha advertido a los padres.
Pero, a pesar de los esfuerzos educativos y las advertencias, sigue siendo, lamentablemente, bastante común.
Si bien los expertos difieren en las estadísticas, un informe de investigación en la edición de junio de 2019 de JAMA Pediatrics encontró que al menos uno de cada cuatro adolescentes recibe mensajes de texto y correos electrónicos sexualmente explícitos.
Al menos uno de cada siete adolescentes envía «sexts».
¿Por qué lo hacen?
Lo hacen para lucirse, para atraer a alguien, para mostrar interés en alguien o para demostrar su compromiso. O incluso como una broma.
El creciente interés de un adolescente en el sexo, el impulso de experimentar y las aplicaciones que hacen que el sexteo sea fácil, y aceptable, crean un entorno que algunos adolescentes encuentran irresistible.
Aunque algunos expertos les dicen a los padres que no «se asusten», el sexteo está asociado con riesgos sexuales, como el uso de drogas y alcohol, tener más parejas sexuales y no usar anticonceptivos.
Otro gran riesgo es la privacidad personal de los niños.
Como han descubierto demasiados adolescentes, el destinatario de estos mensajes posee una imagen o un mensaje muy comprometedores que pueden publicarse fácilmente en un sitio de redes sociales o enviarse a otras personas por correo electrónico o mensaje de texto.
En un mundo tecnológico donde cualquier cosa puede ser copiada, enviada, publicada y vista por grandes audiencias, no existe la posibilidad de controlar la información.
La intención no importa, incluso si se tomó una foto y se envió como muestra de amor, por ejemplo, la tecnología hace posible que todos vean el yo más íntimo de su hijo.
En manos de los adolescentes, cuando se hacen públicas las fotos reveladoras, el sexter casi siempre termina sintiéndose humillado.
Además, enviar imágenes sexuales a menores es ilegal y algunos estados han comenzado a procesar a los niños por pornografía infantil u obscenidad por delitos graves.
Ha habido algunos casos notorios de sexteo.
En 2018, un escándalo de sexting atrapó a varios estudiantes de secundaria de Virginia.
En 2015, una escuela secundaria de Colorado se vio sacudida por un escándalo de sexting que involucró a cientos de estudiantes.
En 2009, la adolescente de Cincinnati Jesse Logan se suicidó después de que una foto desnuda que le había enviado a un novio circulara ampliamente en su escuela secundaria, lo que provocó el acoso de sus compañeros de clase.
Afortunadamente, las redes con una gran audiencia de adolescentes, como MTV, por ejemplo, están utilizando sus plataformas para advertir a los adolescentes sobre los peligros del sexting.
Y el sitio web ThatsNotCool.com utiliza el lenguaje de los adolescentes para ayudar a resistir la presión cibernética de los compañeros.
Incluso la película Octavo grado revela la ambivalencia que sienten los niños sobre la presión de unirse a la tendencia.
Con suerte, estos mensajes se transmitirán.
Consejos para padres
No espere a que le ocurra un incidente a su hijo o al amigo de su hijo antes de hablar sobre las consecuencias del sexteo.
Claro, hablar sobre sexo o salir con adolescentes puede ser incómodo, pero es mejor hablar antes de que suceda algo.
Recuerde a sus hijos que una vez que se envía una imagen, nunca se podrá recuperar y perderán el control de ella.
Pregúnteles a los adolescentes cómo se sentirían si sus maestros, padres o toda la escuela vieran la imagen, porque eso sucede todo el tiempo.
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Hable sobre las presiones para enviar fotos reveladoras.
Un estudio de la Universidad Estatal de Michigan encontró que muchos adolescentes son acosados sexualmente en línea por sus compañeros.
Hágales saber a los adolescentes que comprende cómo se les puede presionar o atrever a que envíen algo.
Dígales que no importa cuán grande sea la presión social, la humillación social potencial puede ser cientos de veces peor.
Enséñeles a sus hijos que la responsabilidad termina con ellos.
Si alguien le envía una foto, debe eliminarla de inmediato.
Es mejor ser parte de la solución que del problema.
Consulte el manual de sexting de Common Sense Education.
Este recurso les brinda a las familias el idioma y el apoyo para tomar el poder de los mensajes de texto y del teléfono celular en sus propias manos.
También es un gran recurso para los padres que se sienten incómodos al lidiar directamente con este problema.
Caroline Knorr es una escritora que se enfoca en la crianza de los hijos, la familia y las relaciones. Para obtener más información sobre su contenido para padres, visite su perfil de autor en Common Sense Media.
Este artículo se publicó originalmente en Common Sense Media. Reproducido con permiso del autor.
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