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¿Eres de los que casi siempre se duerme con la boca abierta? Así que tenga cuidado. Este gesto, aparentemente inocente, puede traernos algunas consecuencias para nuestra salud. Descúbrelo a continuación.
Última actualización: 23 de junio de 2022
Dormir con la boca abierta es tema de bromas y risas. Más de uno se ha hecho una foto cuando, en plena siesta y tumbado en el sofá, acaba con este llamativo gesto. Ahora bien, la verdad es que a los médicos no les gusta mucho. De hecho, es habitual que nos recomienden vigilar que los niños más pequeños no caigan en este hábito.
La respiración bucal por la noche tiene un gran impacto en nuestra salud. Pensemos, por ejemplo, que la apnea del sueño se caracteriza precisamente por esa característica. Permanecer con la boca entreabierta conduce en muchos casos a los ronquidos, y a esos fallos en la respiración y en el aporte de oxígeno al cerebro, que se traducen en agotamiento, dolores de cabeza y alteraciones más graves.
Lejos de ser algo anecdótico e incluso objeto de comentarios irónicos entre nosotros y nuestras parejas, amigos o familiares, este es un indicador serio al que debemos prestar atención. Una vez más, hay que recordar la conocida recomendación “respirar bien es vivir mejor”. Lo analizamos.
Dormir con la boca abierta puede tener efectos graves en nuestra salud bucodental y respiratoria
A medida que las mandíbulas se abren más, la lengua se hunde hacia atrás y obstruye las vías respiratorias.
Cuidado con dormir con la boca abierta: esto es lo que nos puede pasar
Más de uno puede conocer el tratado médico del Régimen Sanitatis Salernitanum. Es un libro escrito en el ámbito de la Facultad de Medicina de Salernitana en los siglos XII y XIII. Pues bien, en esta obra milenaria ya se advertían los inconvenientes de dormir con la boca abierta. No es saludable, indicaron, es mejor evitarlo, insistieron.
Ahora la verdad es que cuando nos dormimos no somos conscientes de que abrimos la boca. Lo que podemos percibir, por si se trata de un gesto recurrente, es que nos despertamos más agotados y con la cabeza embotada. Esto es lo que notó el periodista James Nestor cuando se sometió a un experimento.
Los científicos de la Universidad de Stanford cubrieron sus fosas nasales con silicona y cinta quirúrgica para probar los efectos de la respiración bucal durante 10 días. Esa experiencia y esa investigación la ayudaron a escribir su libro Breathe: The New Science of a Forgotten Art (2021). En este trabajo revela exactamente las causas y los efectos de la respiración bucal nocturna.
La respiración debe ser siempre por la nariz, nunca por la boca. En caso de pasar meses o años evidenciando respiración bucal nocturna, podemos desarrollar diversos problemas de salud
Mayor riesgo de caries dental
Puede que no encontremos una relación de inmediato, pero los estudios están ahí. También las advertencias de los expertos en salud bucal. Una investigación de la Universidad de Otago evidencia este hecho. Dormir con la boca abierta altera nuestro pH, aumenta la acumulación de gérmenes y, por tanto, podemos sufrir más caries, además de halitosis.
Faringitis, ese molesto picor de garganta
¿Alguna vez te has despertado con la garganta seca? Seguro que sí. Esto suele ser una clara señal de que llevas varias horas respirando por la boca y no por la nariz. Es este último el que tiene la tarea de calentar el aire que respiramos y humedecerlo para llevarlo a los pulmones.
Si respiras por la boca, es la garganta la que tiene que humedecer ese oxígeno y esto acaba resecando la mucosa y a menudo conducen a faringitis crónica.
Sus pulmones no están bien ventilados
Como bien sabemos, la respiración más sana es la que realizamos por la nariz, nunca por la boca. Si pasamos entre 7 y 10 horas durmiendo, es fundamental que esta respiración no sea por la boca. Pensemos que en respirar por la nariz, el aire inspirado está lleno de óxido nítrico, lo que favorece el intercambio gaseoso para una correcta ventilación pulmonar.
Este proceso nos permite depurar virus y bacterias de nuestro organismo. Sin embargo, dormir por la boca durante años tiene un efecto grave en nuestra salud porque los pulmones no están bien ventilados.
La respiración bucal nocturna mantenida durante años puede provocar hipertensión pulmonar
Dormir con la boca abierta hará que ronques (y puede provocar apnea del sueño)
Al dormir con la boca abierta, la lengua se hunde hacia atrás y obstruye las vías respiratorias. Con las consecuencias evidentes de lo que esto conlleva: menor aporte de oxígeno para nuestro organismo. Ahora, por si esto fuera poco, también roncamos. Y es que los ronquidos no solo son molestos, sino que también tienen un efecto negativo en nuestra salud.
Al no respirar bien, estas presiones de aire colapsan la faringe y se produce el ronquido. Los ronquidos pueden conducir en muchos casos a una peligrosa apnea del sueño.. La investigación de la Universidad de Columbia Británica destaca algo importante.
Existe una relación muy significativa entre las personas que duermen con la boca abierta y la apnea obstructiva del sueño. Esto es algo que debemos tener en cuenta. Si esta condición no se trata, podemos conducir a fatiga crónica, riesgo de padecer trastornos depresivos y enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares.
Siempre que percibamos o nos digan que roncamos por la noche (o dormimos con la boca abierta), debemos hablar con nuestro médico
¿Cómo evitar respirar por la boca por la noche?
Respirar por la boca no es saludable. Si llevas mucho tiempo sufriendo este gesto involuntario por la noche, no dudes en consultar a tu médico. Siempre será determinante descartar posibles problemas respiratorios y, por supuesto, la presencia de apnea del sueño.
Asimismo, y como curiosidad, es interesante saber que hay estrategias sencillas para evitar dormir con la boca abierta. Ellos son los siguientes:
- La irrigación nasal con solución salina es una buena estrategia.
- Las tiras nasales que abren la nariz son otra opción, al igual que los dilatadores.
- Algunas personas «entrenan» su mandíbula para que se cierre por la noche. Consiste en colocar una cinta hipoalergénica en el centro de los labios por la noche. Solo una pequeña pieza. En el momento en que abramos la boca lo notaremos y, poco a poco, iremos corrigiendo esa tendencia.
- Otra estrategia recurrente es dormir con una pelota de tenis en la espalda.. Esto evitará que duermamos boca arriba y que ronquemos.
Para concluir, sea como sea, lo más adecuado es consultar siempre con expertos en higiene del sueño. Pensemos que nada es tan importante como respirar bien, y si es por la nariz, mucho mejor.
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