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Seguro que tú también lo haces: cierra los ojos para concentrarte mejor y así poder escuchar las cosas con más claridad. Esto, que en un principio puede parecer contradictorio, tiene su explicación.
Última actualización: 14 de abril de 2022
Si alguien nos dice que escuchamos mejor con los ojos cerrados, el dato puede parecernos curioso. Sin embargo, pocos procesos son tan intrincados y sofisticados como los relacionados con el cuidado. Un ejemplo de ello lo encontramos en aquellas personas que, para poder concentrarse mejor mientras conducen, necesitan apagar la radio.
Lo cierto es que muchos de nosotros automáticamente llevamos a cabo conductas de las que no somos conscientes. Cerrar los ojos para escuchar mejor a alguien cuando nos habla o para percibir un sonido específico es muy común.. La supresión visual es un recurso muy recurrente que agudiza nuestros procesos atencionales.
Sabemos que la empatía se intensifica mucho más cuando cerramos los párpados y nos concentramos en la voz de quien nos habla. Ese comportamiento es excepcional. Porque con ella, no solo logramos escuchar mejor al otro. Ademásleemos mejor las emociones y facilitamos una mejor conexión con quien tenemos delante.
Cuando necesitamos entender cómo se siente alguien, puede ser una gran idea cerrar los ojos.
Cerrar los ojos mientras nos hablan aumenta la empatía.
¿Por qué oímos mejor con los ojos cerrados?
No es magia, es biología. No es espiritualidad, es un proceso de mejora atencional. La ciencia popular nos ha estado diciendo durante algún tiempo que las personas escuchan mejor con los ojos cerrados, pero lo cierto es que esta información aún estaba en duda. Porque es único y algo extraño. Al fin y al cabo, si escuchamos con los oídos… ¿Qué relevancia tendrá cerrar los ojos? La verdad es que mucho.
Algo revelador se mostró en un trabajo de investigación en la Universidad de Lübeck. Cerrar los ojos aumenta el poder de las oscilaciones alfa en todas las regiones del cerebro vinculadas a la atención auditiva. Es decir, lo que en realidad sucede es que se mejora la atención, pero no la audición. Por lo tanto, no es que escuchemos más, sino que enfocamos todos nuestros recursos cognitivos de manera más óptima en lo que nos rodea.
Es un matiz particular que vale la pena enfatizar. No restringiendo nuestra visión agudizamos nuestro oído de forma sobrenatural, lo que pasa es que potenciamos la sensibilidad perceptiva y eso también es interesante por varios motivos. Lo analizamos.
Cuando cerramos los ojos y nos concentramos en un sonido o una conversación, nuestro cerebro intensifica la producción de ondas alfa.
Cerrar los ojos favorece que el cerebro entre en un estado de calma
Si oímos mejor con los ojos cerrados es porque aumenta la amplitud de las ondas alfa. Y el hecho de que esto sea así no es casual. Cuando nos encontramos en estado de reposo o vigilia relajada, el cerebro aumenta la producción de este tipo de ondas que se encuentran en el rango de frecuencia de 8-14 Hz.
Las ondas alfa aparecen en estados de relajación y son clave para promover las conexiones neuronales y mediar en los procesos de memoria, aprendizaje y concentración. El hecho de que la supresión de la visión active este tipo de ondas es un mecanismo automático de nuestro cerebro. Es como favorecer instantáneamente un estado mental de concentración con el que podemos estar más atentos a lo que nos rodea.
Prácticas como el yoga, el mindfulness o la respiración profunda pueden favorecer este tipo de experiencias. Tanto es así que si nos fijamos en cómo se llevan a cabo estas actividades, hay algo común en todas ellas: cerrar los ojos.
Escuchar los audios de nuestros seres queridos con los ojos cerrados puede permitirnos descifrar mejor sus emociones.
Oímos mejor cuando cerramos los ojos: escucha atenta y empatía
Cuando tratamos de averiguar cómo se siente una persona, miramos su rostro y sus expresiones. Al fin y al cabo, si algo nos han enseñado figuras icónicas como Paul Eckman (psicólogo pionero en el estudio de las emociones) es que los estados emocionales son universales. La tristeza, la alegría o el miedo siguen los mismos patrones faciales.
Ahora bien, si oímos mejor cuando cerramos los ojos es porque el cerebro también busca otro propósito. Descifrar emociones a través de la voz. Escuchar hablar a las personas y ser sensibles a sus tonalidades nos permite captar sus sentimientos. Esto es lo que nos ha revelado un estudio del Dr. Michael Kraus, psicólogo social de la Universidad de Yale.
Más allá de las expresiones, están las palabras y la forma en que se expresan. Ser sensible y empático con lo que nos transmite la voz de los demás puede darnos más información sobre sus emociones. Además, en esta era digital en la que las videollamadas son tan habituales, cada vez nos cuesta más percibir cómo se siente esa persona con la que estamos hablando a través de una pantalla.
Sin embargo, los audios son ahora un recurso cotidiano con el que nos es más fácil notar si un amigo, una pareja o un familiar está emocionado, preocupado, cansado o meditabundo. Cierra los ojos y escúchalos.
Las personas podemos ser muy hábiles para enmascarar nuestras emociones cuidando lo que expresamos con nuestra cara y nuestros movimientos. Sin embargo, muchas veces nuestra voz es la que revela cómo nos sentimos. Por eso es tan importante saber escuchar.
Aprovecha al máximo los sentidos
La gente oye mejor con los ojos cerrados, es cierto. Aunque lo que mejora no es la audición, sino la percepción, la capacidad de concentración y la capacidad de conectar mejor con los demás en nuestras conversaciones. Es cierto que no es cómodo ni bien visto cerrar los párpados de golpe cuando estamos con alguien. Da una imagen de pasividad e incluso de cansancio.
Sin embargo, sería enriquecedor normalizar esta práctica. Es el que utilizan quienes disfrutan de un concierto. Es el que siguen aquellos que disfrutan de un paseo por la naturaleza y quieren escuchar mejor el sonido del viento, el crepitar de los árboles o el canto de los pájaros. ¿Por qué no hacerlo cuando alguien nos habla? Aprovechemos al máximo nuestros sentidos, especialmente el oído…
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