Cada vez más parece que la maternidad se ha convertido en una competencia y todo el mundo piensa que está ganando. Realmente me hizo pensar: ¿qué hace a una buena madre?
No creo que sean las cosas materiales, las cosas que la gente puede ver de un vistazo. No es el cambio de pañales de tela, la lactancia materna o la seguridad del asiento del automóvil. Ser una buena madre no significa necesariamente que lo sepas todo o que tu vida sea perfecta.
Con demasiada frecuencia nos quedamos tan atrapados en la idea de lo que significa criar a nuestros hijos con éxito que nos olvidamos de las cosas importantes, las que realmente importan.
Nunca seré una súper mamá, la mamá que lo hace todo. Mi blog nunca será un santuario para todas mis increíbles habilidades de mamá. Eso no es lo que soy.
Soy la madre que piensa que Easy Mac califica como «cocinar».
Soy la mamá cuya casa nunca parece estar en la portada de una revista.
Soy la mamá que odia dar consejos sobre ser mamá, porque en serio, ¿parece que sé lo que estoy haciendo?
Soy la mamá que pierde los estribos, la paciencia y las llaves del auto.
Soy la mamá que lava la misma carga de ropa tres o cuatro veces antes de recordar poner la ropa en la secadora.
Soy la mamá que trae galletas compradas en la tienda a la fiesta de cumpleaños.
Soy la mamá cuya idea de estar «presentable» implica cosas simples como cepillarme el cabello y recordar ponerme desodorante.
Soy la mamá que piensa que la ropa no está necesariamente sucia después de haberla usado una vez.
Soy la mamá que le da a mi hijo un teléfono celular para que duerma quince minutos más.
Soy la mamá que está de acuerdo con no ser una súper mamá. Porque sigo siendo una buena mamá.
Ser una buena madre no es algo que puedas comprar en Etsy o Target. No se puede comprar en una tienda ni adquirir leyendo libros. Más importante aún, ser una buena madre es subjetivo para cada madre e hijo.
Deja de preocuparte por quién se supone que es una buena madre y sé la madre que eres.
Este artículo se publicó originalmente en yourmom.me. Reproducido con permiso del autor.
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