Los beneficios del ballet para mujeres mayores de 50 años

Cada vez más mujeres, sin saber nunca cómo hacer ballet, se están iniciando en esta práctica. No solo disfrutan, sino que revolucionan su vida en muchos aspectos: su salud física mejora y obtienen grandes beneficios psicológicos. Lo analizamos.

Última actualización: 28 de febrero de 2023

El bailarín Jacques d’Amboise decía que «la danza es tu pulso, tu latido, tu respiración. Es el ritmo de tu vida. Es la expresión en el tiempo y en el movimiento, en la alegría y en la tristeza». Es cierto, el ballet es esa forma de arte en la que el cuerpo humano se convierte en el canal de la emoción, la partitura de una pieza musical y uno de los más bellos mecanismos de expresión.

Rudolf Nureyev, Anna Pavolva, Maya Plisétskaya… Hay nombres que brillaron con luz propia en el firmamento de la danza y son la inspiración de las nuevas generaciones. Asimismo, y como bien sabemos, pocas disciplinas requieren un entrenamiento tan duro, y una dedicación tan absoluta como ésta. Ahí tenemos películas como El cisne negro, mostrándonos los entresijos de este mundo.

Ahora bien, es evidente que cuando uno mira dicha práctica, puede pensar que está restringida a un solo tipo de persona. También, que solo es apta para quienes la ejecutan desde niños. Nada más lejos de la realidad. Cualquiera puede iniciarse en el ballet independientemente de su edad; Es más, ahora mismo es uno de los pasatiempos favoritos entre las mujeres de mediana edad.

El ballet mejora la confianza en uno mismo, mejora el equilibrio, la movilidad y las habilidades cognitivas.

Comenzar el ballet con más de 40 o 50 años es una práctica cada vez más habitual

Ballet en mujeres mayores de 50 años, salud y disfrute

Y tú… ¿Qué estás haciendo ahora mismo para envejecer saludablemente? No importa si tienes 20, 30 o 40 años. Conseguir que el paso del tiempo sea amable con nosotros y nos permita conservar nuestras capacidades físicas y mentales por más tiempo, parte de lo que hacemos hoy. Invertir en calidad de vida en el momento presente revierte en el otoño de nuestra existencia.

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El ballet para mujeres mayores de 50 años se está convirtiendo en una moda en todo el mundo. Ponerse medias y dedos de los pies por primera vez en la mediana edad puede parecer todo un desafío.

Sin embargo, ha surgido como una práctica dinamizadora que los protagonistas describen como algo muy placentero. Además, desde un punto de vista psicológico y médico, laLa danza es uno de los mejores recursos para el bienestar en todos sus ámbitos…

Algo que las mujeres mayores de 50 años descubren con el ballet es el placer de mover el cuerpo al ritmo de la música, disfrutar de los ejercicios y sentirse expertas en su ejecución.

1. Mejora de la autopercepción

Está claro que alguien que se apunta al ballet en la mediana edad no espera entrar en la compañía de ópera de París. Lo que quiere es ejercitar su cuerpo, divertirse y aprender. Los profesores tampoco se limitan a guiar a los alumnos en ejercicios fáciles. Sobre todo, buscan aprender técnicas y mejorar habilidades como la coordinación y el equilibrio.

Una investigación de la Universidad de California destaca algo interesante. Actualmente se imparten clases de ballet para mujeres entre 23 y 87 años. La participación regular en estas sesiones mejora el autoconcepto femenino y la autoexpresión, especialmente de las edades más antiguas.

Muestran un mayor aprecio por su propio cuerpo, una aceptación del paso del tiempo y una mejor imagen de sí mismos. No parecen mujeres mayores bailando. Se perciben a sí mismos como bailarines.

2. Un agradable reto cognitivo

El ballet para mujeres mayores de 50 años no busca distraerlas unas horas a la semana. Son clases rigurosas que guían el aprendizaje de técnicas de baile que pueden ser complejas. Está claro que cada estudiante tendrá su propio potencial y limitaciones. Sin embargo, algo que consigue esta práctica es mejorar multitud de habilidades cognitivas.

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Atención, memoria, planificación e incluso persistencia… Comenzar clases de baile y disfrutarlas enciende la motivación y esa determinación por aprender, por establecer nuevas técnicas, por ver cómo mejora el rendimiento sensoriomotor.

La propiocepción, o la capacidad de nuestro cerebro para saber la posición exacta de cada zona del cuerpo, es una habilidad que mejora con la danza. La memoria cinésica o lenguaje corporal se ejercita y florece al máximo con el ballet.

Los instructores de ballet deben saber qué necesidades y desafíos puede enfrentar cada mujer para alcanzar su máximo potencial en las clases de baile.

3. Expresión física y emocional

Bailar es lograr una armonía armoniosa entre el cuerpo y la música, entre la mente y los movimientos. Las emociones fluyen y encuentran un nuevo cauce desde el que expresarse de nuevas formas. El ballet para mujeres mayores de 50 años les permite redescubrirse a sí mismas y, a la vez, descubrir una forma innovadora de dar rienda suelta a sus sentimientos.

Además, el baile es una forma extraordinaria de manejar el estrés cotidiano, regular la ansiedad y oxigenar el cuerpo con esos neurotransmisores tan gratificantes como la serotonina o las endorfinas.

4. Conexión social y alianzas con otras mujeres

Uno de nuestros mayores problemas como sociedad es la soledad. Es una dimensión que se intensifica con los años. Asistir a clases de baile de forma regular tiene innumerables beneficios sociales: forja amistades, permite superar la timidez y facilita una conexión afectiva enriquecedora.

Las mujeres crean una alianza con otras bailarinas de la misma edad. Esto les permite compartir sentimientos, miedos y realidades comunes propias de esta época de la vida. Bailar crea nuevos lazos, es un ejercicio individual y colectivo a la vez, íntimo, pero expresivo que mejora la comunicación a todos los niveles.

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El ballet nos permite contar historias sin palabras y, a su vez, establece alianzas con otros bailarines sin importar la edad. Es un ejercicio artístico, social y emocional.

La danza nos permite forjar nuevas amistades.

5. Envejecimiento saludable

No es fácil llegar a edades avanzadas con un cuerpo ágil y una mente alerta, curiosa y con ganas de seguir aprendiendo. Lo que hagamos hoy tendrá su eco en ese mañana cuando aparezcan las arrugas en nuestra sonrisa. El ballet en mujeres mayores de 50 años facilita que el paso de los años reduzca muchos de los síntomas asociados a la edad.

Un ejemplo, en una investigación de la Universidad de Alberta, en Canadá, destaca cómo el ballet fortalece las articulaciones femeninas. Los fortalece y preserva su flexibilidad. Por no hablar de la musculatura, la coordinación, la agilidad… En consecuencia, pocas prácticas son más estimulantes a cualquier edad que bailar, aprender técnicas de danza y disfrutar de este arte.

Dejemos los prejuicios sobre la edad y los cuerpos y demos el paso, el ballet es un medio para un fin. Es una oportunidad para redescubrirnos y potenciar nuestra salud y bienestar a todos los niveles. Vamos a bailar.

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Gracias por leer ojodesabio.com. ¡Hasta pronto!

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