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La postura corporal no solo refleja lo que sientes en ese momento, sino cuál es tu actitud ante lo que sucede a tu alrededor. Descubre lo que estás proyectando a través de tu lenguaje no verbal.
Escrito y verificado por el psicólogo. Elena Sanz.
Última actualización: 31 de mayo de 2022
El lenguaje no verbal juega un papel prioritario en la comunicación. Gracias a los gestos y poses del interlocutor podemos captar sus estados de ánimo, sus juicios e intenciones, aunque sea a nivel inconsciente. Sin embargo, la información que recibimos por este medio puede ir más allá de un momento concreto y mostrarnos cómo es el individuo que tenemos delante. Si quieres saber qué dice la postura corporal sobre tu actitud, te invitamos a seguir leyendo.
Es innegable que el cuerpo refleja los estados mentales de una forma bastante fiel. De hecho, muchos terapeutas confían en el lenguaje corporal para comprender y trabajar en la incomodidad de sus clientes.
Sin embargo, no solemos prestar atención a este aspecto. Ten en cuenta que nuestra postura es tan característica que nuestros familiares incluso pueden reconocernos a la distancia con solo mirarlo. Entonces, ¿sabes lo que estás proyectando con tu lenguaje corporal?
Las emociones están ancladas en el cuerpo.
Todos podemos comprobar fácilmente cómo cambios en el lenguaje no verbal basados en emociones. Cuando estamos felices, estamos abiertos y relajados; y, por otro lado, nos contraemos y replegamos sobre nosotros mismos ante el miedo o la tristeza.
Así como estos estados temporales se reflejan en nuestro cuerpo, cuando nos acostumbramos a habitar cierto tipo de emociones, moldean nuestra tipología postural. Se puede distinguir a primera vista a una persona tímida de una extrovertida, del mismo modo que se puede distinguir a una persona rígida de una flexible oa una persona segura de sí misma de una temerosa.
Sin saber realmente por qué, generalmente podemos captar estos matices en nuestras interacciones con los demás. Pero, ¿qué es realmente lo que nos da la pauta?
El cuerpo actúa de acuerdo a la emoción expresada.
Lo que dice la postura de tu cuerpo sobre tu actitud
Los siguientes son algunos elementos posturales y corporales que nos dan pistas sobre la actitud de alguien:
expansión o contracción
Es uno de los aspectos más visibles y llamativos: ¿la persona parece abierta al mundo o retraída en su propio ser? Quienes tienen una buena autoestima, confían en sí mismos y en los demás, y tienen una actitud alegre y optimista adoptan posturas expansivas. Parecen querer cubrir más espacio con su cuerpo y dar la bienvenida a los demás. a tu propio espacio.
Los que «sacan pecho» ante la vida, lo hacen literal y figurativamente. De lo contrario, Las personas inseguras, temerosas y desconfiadas tienden a contraercomo en un acto de protección frente a un afuera que consideran hostil.
tensión o relajación
La tensión muscular también nos dice qué tan flexible es la persona a nivel psicológico. Quienes adoptan posturas excesivamente rígidas y firmes probablemente sean personas críticas y exigentes consigo mismas y con los demás. Pueden tener dificultades para abrirse emocionalmente y tienden a usar una máscara para los demás.
Una postura corporal relajada y relajada puede indicar que estamos frente a una persona flexible y adaptablecon una buena capacidad para gestionar el estrés y que suele mostrarse tal y como es.
Sin embargo, una falta excesiva de tono muscular puede ser un indicio de un sentimiento interno de debilidad. Las personas que arrastran una herida de abandono suelen presentar esta tipología corporal, que manifiesta una necesidad de apoyarse en los demás y un sentimiento de no poder estar solo.
dirección de la mirada
Siempre hemos escuchado que los ojos son el espejo del alma; y, aunque no lo sepamos, realmente son una ventana a las emociones.
Así, si observamos una mirada que se dirige continuamente al suelo, podemos inferir timidez e inseguridad. Si la mirada es evasiva, puede indicar una cierto miedo a la vulnerabilidad y conexión emocional; y, si es fija y desafiante, nos muestra una actitud controladora, suspicaz y segura de sí misma.
Una mirada fija indica confianza en sí mismo, aunque también puede verse como intimidante.
posición del hombro
Este último aspecto también puede ofrecernos información interesante. ¿Conoce a una persona cuya postura típica implica hombros caídos y cabeza gacha y que a menudo sufre de dolor de espalda? Probablemente se trata de una persona sensible, con poca confianza y miedo a ser lastimada.
Por el contrario, quien mantiene la espalda erguida e incluso echa los hombros hacia atrás muestra una actitud valiente y hasta desafiante. puede ser sobre alguien que tiende a estar a la defensiva y eso no elude el conflicto.
Trabaja con la postura corporal para educar tu actitud
Como hemos comentado, el cuerpo refleja la actitud; pero esta es una relación bidireccional. Esto significa que la postura que adoptamos también influye en las emociones que sentimos. ¿Alguna vez has escuchado que obligarnos a sonreír puede ayudarnos a sentirnos más felices? Pues del mismo modo, modificar deliberadamente nuestra posición puede favorecer un cambio de actitudes.
Si desea sentirse más seguro, comience por enderezar la espalda, mantenerse erguido y expandirse. Si desea ser más sociable, practique el contacto visual y opte por una postura corporal abierta. Y, si te encuentras demasiado rígido y exigente, intenta adoptar posturas relajadas. Si queremos cambios que se mantengan en el tiempo, se recomienda que seamos constantes con estas medidas.
Además, debemos acompañar esta iniciativa con un trabajo a nivel psicológico que nos oriente hacia nuestros objetivos. Sin embargo, tomar conciencia de nuestro cuerpo y utilizarlo como herramienta a nuestro favor es un buen primer paso.
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