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La doctora en Psicología Elaine Aron fue la encargada de estudiar el rasgo innato de alta sensibilidad que presenta el 20% de las personas y que se manifiesta con una serie de características muy particulares.
Última actualización: 09 abril, 2022
En 1991, la Dra. Elaine Aron hizo un gran descubrimiento: la alta sensibilidad. Desde entonces, su éxito de ventas internacional La persona altamente sensible ha sido traducido a 17 idiomas.
Su investigación se publica en revistas revisadas por pares de primer nivel, como The Journal of Personality and Social Psychology y Brain and Behavior Journal. Elaine Aron encontró evidencia de que no solo 1 de cada 5 personas es altamente sensible, sino que el rasgo ocurriría en el mismo porcentaje en más de otras 100 especies. Defiende que es un rasgo innato que se encuentra en el 20% de la población y explica por qué debería ser de interés para todos.
Hubo un tiempo en que todos vivíamos en pequeños grupos, donde naturalmente sabíamos quién era sensible y quién no. Valoramos lo que cada uno aportaba a la supervivencia del grupo. Hemos perdido ese conocimiento mutuo y necesitamos recuperarlo. En particular, el 80 % ha perdido la comprensión del 20 %, lo que ha dado lugar a muchas oportunidades perdidas para ambos grupos.
Elaine Aron, Ph. D.
Psicóloga y Ph.D. Elaine Aron realizó una investigación sistemática sobre la alta sensibilidad y cómo funciona en humanos en la década de 1990. Quería compartir sus conocimientos con el público en general y enfatizar los aspectos positivos de la alta sensibilidad, que durante mucho tiempo fue falsamente sinónimo de introversión, inhibición, ansiedad, timidez y depresión.
Formada en el Instituto CG Jung de San Francisco, Elaine N. Aron es psicoterapeuta e investigadora en psicología. Es reconocida internacionalmente por su trabajo sobre la hipersensibilidad y ha publicado varios bestsellers sobre el tema, como Hipersensible, conocerse mejor para aceptarse y Mi hijo es muy sensible.
La alta sensibilidad, según Aron
Persona Altamente Sensible, o HSP, es un término acuñado por la psicóloga Elaine Aron. Según la teoría de Aron, las HSP son un subconjunto de la población que tiene un alto rasgo de personalidad conocido como sensibilidad de procesamiento sensorial o SPS.
Aquellos con altos niveles de SPS muestran una mayor sensibilidad emocional, una mayor reactividad a los estímulos externos e internos (dolor, hambre, luz y ruido) y una vida interior compleja. En general, se cree que entre el 15-20% de la población es altamente sensible.
Además, se cree que las PAS están más perturbadas que otras por la violencia, la tensión o los sentimientos de agobio. Como resultado, pueden hacer esfuerzos concertados para evitar situaciones en las que es probable que ocurran tales cosas.
En el extremo más positivo del rasgo, se cree que la alta sensibilidad está relacionada con niveles más altos de creatividad, relaciones personales más ricas y una mayor apreciación de la belleza.
Introversión y extraversión en PAS
Alta sensibilidad no es sinónimo de introversión, pero muchas PAS (alrededor del 70 %, según Aron) se identifican como introvertidas. La introversión se refiere a un rasgo de personalidad en el que alguien se «recarga» al estar solo, mientras que la alta sensibilidad abarca la sensibilidad emocional, física y sensorial.
Aunque la alta sensibilidad a menudo se superpone con la introversión, Aron argumenta que hasta el 30% de las PAS son en realidad extrovertidas, aunque los demás las perciban como tímidas.
DOES o los 4 pilares
Para recordar mejor las características que componen este rasgo de temperamento, La Dra. Elaine Aron creó el acrónimo DOES:
- D – Profundidad de procesamiento
- O – Sobreestimulación o sobreestimulación
- E – Respuesta emocional/empatía o empatía/respuesta emocional
- S – Sensible a las sutilezas
Esta sigla es por tanto sinónimo de “alta sensibilidad” y es que cada persona altamente sensible tiene algo (más o menos) de cada letra. Es cierto que cualquiera puede ser empático (E), pero si esa persona no se sobreestimula rápidamente (O), no es muy sensible.
1. Procesamiento profundo de información
La investigación con resonancias magnéticas del cerebro muestra que la persona altamente sensible procesa la información sensorial con mayor frecuencia, durante más tiempo y de manera más completa que la persona promedio.
Por ejemplo, cuando quieres recordar el código de una tarjeta de crédito (porque no tienes nada donde escribirlo), haces muchos trucos mentales porque no quieres olvidarlo: repites el código, intentas encontrar lógica en ello, haces comparaciones con otras cosas. La persona muy sensible hace esto todo el tiempo, consciente o inconscientemente (es decir, también mientras duerme).
Cuando tomas una decisión sin saber cómo llegaste allí, es tu procesamiento profundo inconsciente el que te está hablando. se llama intuición la persona muy sensible suele tener muy buena intuición. Y cuando tomas una decisión consciente, puedes ser más lento que los demás (pero no siempre); eso se debe a que sopesas los pros y los contras con mucho cuidado, lo que también es un procesamiento profundo.
2. Sobreestimulación
La persona altamente sensible se caracteriza por percibir cada pequeño detalle de una situación. Si la situación es complicada (pasan varias cosas para recordar a la vez), intensa (ruido, aglomeraciones) o se prolonga demasiado (dos horas de transporte público al día) parece lógico que cansarte más rápido que la persona promedio, ya que tienes que pensar profundamente en todo lo que percibes a tu alrededor.
De hecho, la persona altamente sensible se sobreestimula rápidamente y su umbral de tolerancia al estrés es generalmente bastante bajo. Muchas personas muy sensibles (también extrovertidas) han aprendido a evitar situaciones demasiado estimulantes.
La estimulación no es necesariamente física, también puede ser social y puede ser consecuencia de emociones intensas (y los nuevos pensamientos que generan).
3. Empatía o receptividad emocional
La persona altamente sensible se caracteriza por tener emociones más intensas. Otros estudios con imágenes de resonancia magnética del cerebro muestran que reaccionan más que otros a las circunstancias negativas, pero también a las positivas.
De hecho, reaccionan más que una persona que no tiene alta sensibilidad, sobre todo ante imágenes con connotación positiva (pastel de cumpleaños, perrito, gatito, etc.). Esto es aún más cierto si la persona altamente sensible tuvo una «buena» infancia (aceptación, apego emocional, sensación de seguridad, etc.).
Según estudios de la Dra. Elaine Aron, una persona muy sensible que ha tenido una infancia “difícil” (falta de apego emocional, abandono, etc.) corre el riesgo de desarrollar timidez, depresión o ansiedad. Y un adulto que lleva una vida muy estresante con posibles traumas corre el riesgo de tener problemas.
Las personas altamente sensibles tienen la habilidad de sintonizar con las realidades sociales y emocionales de los demás.
4. Sensibilidad a las sutilezas
persona muy sensible se caracteriza por captar más información con sus cinco sentidos (al menos el 80% entra por los ojos). El lenguaje corporal (señales no verbales) del otro, su estado de ánimo, su autenticidad o credibilidad.
Ahora bien, no todas las personas altamente sensibles tienen los cinco sentidos agudizados. Mucha gente piensa que tener los cinco sentidos es el núcleo de una alta sensibilidad, pero esto no es cierto. Lo que importa es lo que hace el cerebro con los estímulos.
La sensibilidad a las sutilezas es útil para muchas cosas y es parte de una estrategia de supervivencia de las PAS (observar peligros, aprovechar oportunidades). Por otro lado, cuando la persona altamente sensible está cansada, realmente no nota mucho y solo tiene una cosa en mente: descansar sin estimulación adicional.
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