Si aún no has aprendido a meditar, es el momento. Especialmente si ha sentido que está viviendo en una época de extremos y cambios rápidos.
La verdad es que puede sentirse abrumado e indefenso ante las exigencias del mundo moderno.
Ante la incertidumbre, el miedo y la ansiedad pueden convertirse en una constante en nuestras vidas.
Por esta razón, hoy más que nunca, es importante cultivar cualidades que nos ayuden a afrontar los desafíos diarios y utilizar recursos mentales que nos permitan desarrollar la resiliencia y el coraje.
La meditación de atención plena puede ser la práctica que estás buscando.
Responde las siguientes preguntas:
- ¿Se siente agitado, estresado y ansioso?
- ¿Suele ser irritable?
- ¿Pierde la concentración más fácilmente, comienza a saltar de una tarea a otra y siente que no ha completado las tareas más importantes al final del día?
- ¿Luchas por tener la mente clara para tomar decisiones?
- ¿Sientes más miedo por el futuro y te arrepientes del pasado?
- ¿Tiene patrones de rumia tan preocupados por el fracaso que no puede dormir bien por la noche?
- ¿Sientes que tus emociones, pensamientos, personas o eventos gobiernan tu vida?
Si dijo «sí» a cualquiera de estas experiencias, indica que podría ser el momento de comenzar una práctica de meditación de atención plena.
¿Qué es la atención plena?
En términos simples, la atención plena se puede definir como atención enfocada o conciencia total del momento presente.
La práctica de la atención plena no es realmente nueva.
Es posible que se sorprenda al saber que esta antigua tradición se ha utilizado en el mundo oriental durante miles de años para reducir el sufrimiento causado por nuestras percepciones y puntos de vista limitados.
En el mundo occidental, la atención plena se ha utilizado en entornos clínicos desde la década de 1970 debido a sus grandes beneficios terapéuticos.
Los efectos clínicos positivos provienen de la apertura y aceptación a las situaciones, liberando la carga de nuestras expectativas.
Jon Kabat-Zinn, fundador del Mindfulness Center de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts y creador del método de reducción del estrés basado en la atención plena (MBSR), dice:
«La práctica de la atención plena significa que nos comprometemos plenamente en cada momento a estar presentes; invitándonos a interactuar con este momento en plena conciencia, con la intención de encarnar lo mejor que podamos una orientación de calma, atención y ecuanimidad aquí y ahora. «
Mindfulness ha pasado de la práctica individual a escenarios clínicos y grandes corporaciones internacionales.
Empresas como Google, Microsoft, Nike, Sony, Accenture y muchas otras están integrando esta práctica en sus organizaciones para promover la creatividad. Enseña a sus empleados a reducir el estrés, la ansiedad y un déficit de atención que es cada vez más común.
Después de todo, vivimos en un mundo lleno de distracciones al estar conectados todo el tiempo a dispositivos electrónicos.
Existe una forma sencilla de comenzar a introducir la atención plena en su vida diaria.
Empezarás a notar sus notables beneficios. Solo toma unos minutos.
Intente comprometerse con una práctica diaria de 10 a 15 minutos. Puede agregar más tiempo a medida que avanza, según sus necesidades.
Elija un lugar donde no le interrumpan. Y apague cualquier dispositivo que pueda alterar su práctica.
¡Este es un tiempo valioso y precioso para ti!
Para comenzar a aprender a meditar, estos son los 7 pasos que debe seguir.
1. Establezca su intención.
¿Por qué quieres meditar? Esto no puede convertirse en otro «debería» en su lista de tareas pendientes, sino en un deseo genuino de mejorar su vida, ser menos reactivo y expandir su salud y bienestar.
2. Siéntese cómodamente en posición vertical.
Deje que sus manos descansen sobre sus rodillas o regazo.
3. Cierre los ojos.
O si lo prefieres déjalas entreabiertas con una mirada suave.
4. Respire profundamente tres veces.
Suéltelo y relájese con cada exhalación. Libera conscientemente cualquier tensión en el cuerpo.
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5. Concentre su atención en la respiración.
Observe cómo el aire entra y sale por las fosas nasales o la subida y bajada del pecho. La respiración es una especie de base de operaciones o ancla para aquietar la mente.
6. Detén tus pensamientos.
Cada vez que note que está perdido en pensamientos (recuerdos, imágenes, planes, historias o sensaciones físicas), simplemente haga una pausa, reconozca que está pensando y vuelva a la respiración.
Estás entrenando tu mente para asentarse, regresar y estar aquí. No hay necesidad de juzgarse por tener pensamientos, ¡eso es lo que hace la mente!
7. Agradézcase a sí mismo.
Cuando esté listo para terminar, agradézcase por tomarse el tiempo para tener esta gratificante experiencia.
Como la atención plena te ayuda a estar completamente presente y vivo, puedes extender la práctica a tus actividades diarias.
Durante el día, haga una pausa, respire un par de veces y sea consciente de lo que está haciendo. Si está tomando café (o su bebida favorita), observe la taza, su mano, observe las texturas, los colores, los olores, los sonidos.
Involucra todos tus sentidos. No lo beba simplemente, disfrútelo. ¡Estas vivo!
Aunque la atención plena no es una panacea, vale la pena intentarlo para ver cómo puede funcionar para usted y mejorar su vida.
Magloire Aguirre es coach profesional certificada (ACC), educadora transformacional y oradora con una maestría en Psicología Transpersonal.
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