El estado de ánimo de papá cambia. Todo el hogar siente los efectos. Todos cambian rápidamente de marcha, se comportan de la mejor manera e intentan no causar olas. Mamá intenta poner una cara feliz y espera que los niños no se den cuenta. Nadie menciona este cambio de humor, pero la tensión en el hogar es obvia.
Todos se distancian en silencio y esperan a que pase la tormenta. Los adultos entienden lo que está sucediendo, pero los niños deben sacar sus propias conclusiones. Comienzan a preguntarse por qué mamá y papá actúan de manera diferente. ¿Por qué papá está tan triste o tan enojado? ¿Por qué no juega al aire libre como solía hacerlo?
Los niños se preguntan: ‘¿Fue algo que hice para disgustarlo? Tal vez si actúo mejor o me vuelvo invisible, pueda arreglar las cosas ‘. Se instalan sentimientos de miedo, soledad e inestabilidad. El niño retiene estos sentimientos para no sobrecargar a ninguno de los padres con más estrés.
Ese es un escenario común
La enfermedad mental es compleja y difícil de entender, especialmente cuando afecta a un miembro de la familia. Los niños experimentan emociones y reacciones a la enfermedad mental de sus padres que los hacen sentir asustados e inestables. Esta inestabilidad se agrava cuando la enfermedad mental se mantiene en la oscuridad.
Pero los niños son perceptivos y perciben cambios sutiles en la dinámica familiar causados por enfermedades mentales. Si bien es un desafío, hay cosas que puede hacer para ayudar a sus hijos a sobrellevar los efectos de su diagnóstico o el de su cónyuge; aquí hay 10 de ellos:
1. Reconozca la enfermedad mental dándole un nombre
De una manera apropiada para su edad, ayude a sus hijos a comprender que el comportamiento o los cambios de humor que ven en mamá o papá son el resultado de una enfermedad mental. Cuanta más información pueda brindarles sobre la enfermedad mental de su cónyuge, más aliviará algunos de sus miedos, confusión e inseguridades.
2. Proporcione una comunicación abierta
La comunicación es el mayor apoyo que puede brindar a sus hijos. Puede hacer esto validando lo que están notando y experimentando dentro de la familia. Si se siente incapaz de hablar adecuadamente con ellos sobre la enfermedad mental, busque un profesional que pueda ayudarlo a comunicarse mejor; esa es una práctica común y no hay nada de qué avergonzarse.
3. Hágale saber a sus hijos que no es su culpa (o responsabilidad)
Los niños pueden sentir naturalmente que es su responsabilidad arreglar a sus padres. Asegúreles que la enfermedad mental es una enfermedad real que no es su responsabilidad. Apóyelos haciendo responsable a su cónyuge de buscar tratamiento profesional.
4. Deje que sus hijos sean niños
No permita que se conviertan en sus principales confidentes cuando tenga dificultades con su cónyuge como resultado de una enfermedad mental. Déjelos ser niños y absténgase de cargarlos con la responsabilidad de tratar de hacer que usted se sienta mejor. Los niños se sienten más seguros cuando USTED sigue siendo el padre.
5. Deje que sus hijos expresen sus emociones sobre los desafíos que enfrentan
Vivir con un padre con una enfermedad mental no es fácil. Déles la libertad de hablar abiertamente sobre sus sentimientos. Aprenda a escuchar SIN juzgar ni minimizar; evite decir cosas como «No debería sentirse así».
6. Hablar abiertamente en familia
Es posible que sus hijos sientan que es necesario ocultar su miedo y ansiedad de decepcionarlo o causarle más estrés. La comunicación familiar y las buenas habilidades para escuchar son clave para mantener unida a la familia, así como para eliminar la vergüenza y la vergüenza de la enfermedad mental.
7. Hágale saber a sus hijos que aún pueden confiar en usted
Encuentre un amigo o un profesional con quien pueda hablar cuando comience a sentirse triste, enojado, frustrado o abrumado por la situación familiar. Mantenerse firme y emocionalmente saludable lo convertirá en un mejor apoyo tanto para su cónyuge como para sus hijos.
8. Crea tiempo y espacio para tus hijos
Encuentre tiempo para participar en actividades familiares. No permita que la enfermedad mental defina el ambiente familiar. Las divertidas actividades familiares muestran a los niños que todavía hay estabilidad y normalidad en el hogar.
9. Asegure a sus hijos que son amados
Muestre a sus hijos que el estado de ánimo asociado con la enfermedad mental no equivale a una falta de amor por ellos. Anime a su cónyuge a comunicarse abiertamente con ellos cuando tenga un mal día. Esto los tranquilizará y aliviará la presión de tener que adivinar el estado de ánimo de su cónyuge.
10. No permita que la enfermedad mental dicte el estado de ánimo familiar
Si bien reconoce plenamente que la enfermedad mental es parte de la familia, tenga en cuenta que la dinámica emocional del hogar no tiene que estar dictada por la enfermedad mental. Puede apoyar a sus hijos manteniendo la atmósfera emocional positiva y estable. ¡Dales la libertad de divertirse!
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