¿Es cierto que las personas con esquizofrenia pueden ser violentas? ¿Cómo son las relaciones afectivas cuando se tiene esta enfermedad? ¿Qué tratamientos farmacológicos y psicológicos son los más adecuados? Resolvemos estas dudas y otras cuestiones.
Última actualización: 01 de marzo de 2023
Los amantes del cine recordarán uno de los grandes mitos femeninos de los años 40: Veronica Lake. Ganó fama y se convirtió en un verdadero ícono gracias a ese mechón de cabello que tapaba uno de sus ojos. Era la clásica actriz pin-up con la que todos los productores querían trabajar y que el público anhelaba ver en la pantalla grande.
Sin embargo, su carrera apenas duró una década. Veronica Lake sufría de esquizofrenia paranoide y pronto buscó refugio en el alcohol para sofocar sus delirios y depresiones. Dicen que cuando cumplió 40 años parecía tener 70 años. Afirmó ser constantemente espiada por el FBI, su comportamiento fue muy errático y terminó en un sanatorio. Ella falleció a los 50.
La esquizofrenia ha sido una de las enfermedades más devastadoras; las que casi siempre conducían irremediablemente a la autodestrucción. En la actualidad conocemos mejor los hilos que la orquestan, y en el camino también hemos descubierto algunas intervenciones que son capaces de mejorar significativamente la vida de los pacientes.
Ahora, el mayor problema en torno a esta condición cerebral es la estigmatización. Como sociedad, seguimos alimentando prejuicios y conceptos completamente erróneos sobre las personas con esquizofrenia, y que hay que aclarar, corregir, sanear…
La falta de apoyo y comprensión social intensifica los síntomas de la esquizofrenia, llevando a las personas a comportamientos autodestructivos.
La esquizofrenia no tiene cura y afecta aproximadamente al 1% de la población.
Preguntas sobre la esquizofrenia
Por chocante que nos pueda parecer, a día de hoy todavía hay gente que sigue la misma pista que la actriz Veronica Lake. Personas que lidian solas con una enfermedad mental grave y que derivan, en algún momento, en conductas adictivas. Este paso les conduce hacia un declive que desemboca en la exclusión social.
A menudo, la población e incluso los propios pacientes albergan una imagen parcial y completamente equivocada de lo que es la esquizofrenia. Esto no ayuda, debilita y puede hacer que las personas que la padecen no busquen ayuda y se aíslen aún más. Debemos entender, ser sensibles y educarnos un poco más cuando se trata de condiciones mentales y neurológicas.
De alguna manera, las preguntas que nos solemos hacer sobre la esquizofrenia son casi siempre las mismas. A menudo, el mundo del cine y la televisión, así como los falsos mitos, han creado una imagen en claroscuro sobre esta condición, sobre la que debemos arrojar luz. Aclaremos algunos conceptos.
1. ¿Las personas con esquizofrenia son violentas?
Este es uno de los mitos más dañinos. La idea de que las personas con esquizofrenia tienen una mayor tendencia a comportamientos violentos es una creencia muy arraigada en la sociedad. Sin embargo, la realidad es diferente. Tener esquizofrenia aumenta el riesgo de conductas destructivas hacia uno mismo, y no tanto hacia los demás.
Una investigación de la Universidad de Sichuan, en China, destaca que la violencia interpersonal en la esquizofrenia tiene más que ver con aspectos sociales, demográficos, familiares y laborales, que con la propia condición psiquiátrica. Por otro lado, En caso de conductas violentas, estas están mediadas por adicciones.
Las personas con esquizofrenia tienen mayor riesgo que el resto de la población de recurrir al suicidio.
2. ¿Qué causa la esquizofrenia?
La esquizofrenia es una enfermedad neurológica multifactorial con componentes genéticos que afecta a menos del 1% de la población. La investigación de la Universidad de Maryland destaca una hipótesis bien conocida: la fisiopatología asociada con la alteración de la dopamina.
Asimismo, destaca la conocida hipótesis del “doble golpe”: cuando se suman la predisposición genética y el trauma infantil, aumenta el riesgo de desarrollar esta condición.
3. ¿Las personas con esquizofrenia pueden llevar una vida normal?
Entre las preguntas que solemos hacernos sobre la esquizofrenia hay una muy recurrente. ¿Pueden llevar una vida «normal» como el resto de la población?
Lo primero que debemos saber es que se trata de una enfermedad tratable. Gracias a los fármacos de segunda generación o atípicos (neuroprotectores), la persona puede permanecer estable.
Lo que hacen estos tratamientos es tratar los síntomas «positivos» de la esquizofrenia, es decir, alucinaciones, delirios y paranoia. Sin embargo, el paciente podrá tener una calidad de vida adecuada siempre que se cumplan cinco factores:
- Tener un seguimiento psicológico y médico.
- Continuar el tratamiento farmacológico.
- Ser consciente de su enfermedad y conocerla (algo que no todos los pacientes llevan a cabo, ya que un porcentaje de ellos sufre anosognosia, es decir, no son conscientes de su estado).
- No tomes drogas.
- Contar con un buen apoyo social del entorno.
Las familias y los sistemas de apoyo social facilitan que las personas con esquizofrenia mantengan estable su enfermedad, facilitando a su vez el correcto desarrollo de sus habilidades sociales para integrarse en su vida diaria.
4. ¿Es cierto que tienen múltiples personalidades?
Esta es otra idea recurrente entre la población que debemos matizar y aclarar. Las personas con esquizofrenia no muestran personalidades múltiples. porque esa característica está presente en el trastorno de identidad disociativo. No es lo mismo.
5. ¿La esquizofrenia altera la inteligencia?
¿Es cierto que los pacientes con esta enfermedad son menos inteligentes? Este es otro mito que debe ser desterrado del árbol de nuestras creencias. El coeficiente intelectual no tiene nada que ver con la esquizofrenia.. Hay gente brillante con esta característica y gente menos talentosa que también la demuestra.
Sin embargo, esta condición afecta directamente la capacidad de atención y concentración, lo que en ocasiones puede limitar su rendimiento.
6. ¿Cómo son las relaciones?
La verdad es A menudo es difícil para las personas con esquizofrenia mantener una relación, pero esto no significa que sea imposible.. Hay muchas personas que tienen un vínculo estable, cuyos miembros entienden y saben manejar la enfermedad.
Las personas con esquizofrenia deben enfrentarse no solo al rechazo y al estigma social. La enfermedad crea obstáculos para poder fortalecer un vínculo afectivo. Hay cambios en la sexualidad, mal manejo de las emociones, baja confianza en uno mismo (autoestigma) y también en los demás, etc.
7. ¿Cómo puedo ayudar a un ser querido con esquizofrenia?
Lo primero es saber claramente en qué consiste esta condición. Porque no todas las acciones son correctas. Veamos algunas pautas básicas:
- Ante las alucinaciones, los delirios o el comportamiento desorganizado, no los enfrentemos.
- Facilitemos que tengan una vida estructurada con rutinas fijas.
- Ofrezcamos comprensión, compasión y absoluto respeto.
- Aceptar la enfermedad de ese familiar o amigo. Nadie elige tener un trastorno mental.
- Anímelo a seguir el tratamiento médico.
- Entiende que con seguimiento y tratamiento puede tener una vida plena.
La terapia cognitiva conductual es útil para las personas con esquizofrenia.
8. ¿Cuáles son las terapias psicológicas más adecuadas para la esquizofrenia?
Además del tratamiento farmacológico, la persona con esquizofrenia se beneficia de diversas terapias psicológicas. Ellos son los siguientes:
- trato comunitario asertivo: Su finalidad es mantener a la persona unida a su entorno social.
- Formación en habilidades sociales.
- Terapia cognitivo-conductual: busca reducir o modificar conductas desadaptativas, creencias irracionales, distorsiones mentales…
- Tratamientos grupales de orientación conductual: buscan mejorar las habilidades cognitivas y el ajuste social.
9. ¿Existe una cura para la esquizofrenia?
Otra de las preguntas que solemos hacernos sobre la esquizofrenia es si se puede curar. En estos momentos, nos encontramos ante una enfermedad crónica que cada vez cuenta con más investigaciones para mejorar sus tratamientos. No tiene cura, aparece entre los 21 y 30 años, pero con medicación y apoyo la persona puede tener una buena calidad de vida.
Actualmente, hay varios estudios de fármacos innovadores que buscan dar forma a nuevos mecanismos para reducir los síntomas y sus efectos secundarios. La finalidad es que no dejen secuelas como la clásica apatía, los déficits cognitivos o la disfunción sexual provocada por fármacos.
Para concluir, una de nuestras mayores cuentas pendientes como sociedad es educarnos en salud mental. Derribar estigmas y aportar conceptos básicos sobre los principales trastornos psicológicos nos permitiría avanzar, ser más éticos y sensibles en esta materia. Está en juego el bienestar de todos.
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