5 datos sobre la asexualidad que debes saber

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La asexualidad es una orientación sexual virtualmente invisible; además, cuando es visible, a menudo se entiende mal. En este artículo vamos a intentar derribar algunos mitos y estigmas al respecto.

 

Escrito y verificado por el psicólogo. Elena Sanz.

Última actualización: 20 enero, 2022

En el mundo actual, se le da una gran importancia al sexo. No solo es visto por la mayoría de la población como una pieza fundamental de las relaciones afectivas, sino que también se considera una necesidad fisiológica e incluso impregna gran parte de los anuncios que recibimos.

Por lo mismo, los que no experimentan atracción sexual son incomprendidos, silenciados e incluso rechazados por la sociedad. Para revertir esta situación, te invitamos a conocer algunos datos interesantes sobre la asexualidad.

A esto se le llama “la orientación sexual invisible” porque todavía hay una gran falta de información al respecto. No solo a la gente común le resulta difícil comprender y validar esta identidad sexual, sino también el campo de investigación carece de suficientes estudios al respecto.

La asexualidad es una orientación sexual que se caracteriza por la ausencia de deseo sexual o atracción sexual hacia otras personas. Cabe mencionar que este término se refiere a lo que la persona siente o experimenta (o en este caso no) y no a la forma en que se comporta.

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Una persona asexual puede mantener relaciones, pero esto no implica que aparezca ese deseo. Así que estas son algunas curiosidades al respecto.

1. Prevalencia

La asexualidad en la especie humana ha existido siempre, en todos los tiempos y culturas. Sin embargo, no es hasta el siglo pasado que comienza a ser considerada como una categoría dentro de los modelos de sexualidad. El término se utiliza por primera vez en 1977., en un artículo científico de Myra Johnson en el que se define como la elección de no participar en actividades sexuales.

Actualmente, se estima que entre el 1% y el 6% de la población podría incluirse en la definición de asexualidad; sin embargo, las cifras varían según la definición que se tome.

Tanto hombres como mujeres pueden identificarse como asexuales, e incluso se ha encontrado que existe una mayor diversidad de género en esta categoría, incluyendo personas agénero o biggender, entre otras.

2. ¿Deseo sexual?

Contrariamente a lo que uno podría pensar, las personas asexuales pueden experimentar deseo sexual entendido como excitación, pero esto no está dirigido a ninguna persona en particular. Por la misma razón, es posible que no quieran participar en actividades sexuales con otras personas, pero sí quieren practicar y disfrutar de la masturbación.

3. La asexualidad es un espectro

Es considerado eso asexualidad es un término general que abarca un grupo muy heterogéneo de personas. En este sentido, ha surgido el concepto de graysexualidad para ejemplificar este continuum que englobaría todas las posiciones intermedias entre la asexualidad total y la sexualidad normativa.

Así, puede haber personas que no deseen ningún tipo de contacto físico y otras que sí disfruten de besos, abrazos y otras interacciones que no impliquen sexo. Puede haber personas que practiquen la masturbación y otras que no.; incluso es posible que algunos de ellos tengan relaciones sexuales en determinados momentos.

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4. Relaciones románticas

Aunque no sienten interés sexual hacia los demás, las personas asexuales pueden enamorarse, establecer relaciones románticas y disfrutar de su vida en pareja por lo general. De hecho, estas dos entidades (atracción sexual y atracción romántica) son independientes.

5. La asexualidad no es un trastorno

Este es uno de los datos más importantes sobre la asexualidad que todos deberíamos saber, y es que no es un trastorno. asexualidad no es una disfunción sexual ni es el resultado de un trauma o una mala experiencia pasada.

También es fundamental diferenciarlo del celibato o la abstinencia voluntaria. Esta última es una decisión personal de no involucrarse en encuentros sexuales por diferentes motivos a pesar de la existencia de atracción y deseo. En cambio, en la asexualidad no hay interés.

Por otro lado, en la asexualidad el sexo no se concibe como algo pecaminoso, sucio o vergonzoso; no surge de creencias distorsionadas ni está relacionado con la ansiedad limitante. Simplemente, el sexo no despierta interés.

Conocer ciertos hechos ayuda a eliminar el estigma

En un mundo hipersexualizado, es difícil asumir que hay personas que no consideran que el sexo sea relevante en absoluto en sus vidas. Por la misma razón, la asexualidad conlleva estigma e incomprensión.

Comprender la realidad de esta orientación sexual es fundamental para no patologizar el bajo deseo sexual y no intentar obligar a las personas asexuales a encajar en los cánones normativos.

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Gracias por leer ojodesabio.com. ¡Hasta pronto!

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