Me encantó Mamma Mia !, la película de ABBA. Me encantaba Hairspray. Así que, por supuesto, también me encantó Pitch Perfect (en los cines este viernes): ver a un grupo de inadaptados interpretar todo, desde Ace of Base hasta Rihanna juntos, es contagiosa y indirectamente divertido. Pero aparte del canto (¡aunque el canto es tan bueno!), Esta es una historia de amistades inesperadas y amor que cambia la vida.
La trama es simple: Aubrey (Anna Camp), la abeja reina de Barden Bellas, un grupo universitario a capella de mujeres, intenta desesperadamente revivir la reputación de las chicas después de un desafortunado incidente en la competencia final del año pasado: solo tienes que YouTube «a cappella barf» para averiguar qué es eso. ¿Triunfarán o no en la final esta vez?
Como subtrama, hay una historia de chico y chica. Beca (Anna Kendrick), la protagonista de la chica alternativa, llega a Barden como estudiante de primer año, pero todo lo que realmente quiere hacer es mudarse a Los Ángeles y convertirse en productora musical. Su padre, profesor universitario, la convence de que dé una oportunidad a la educación superior, y las Bellas, después de descubrir su considerable talento vocal, básicamente la obligan a unirse al grupo (cuidado con la incómoda escena de la ducha desnuda). Mientras realiza una pasantía en la estación de radio de la universidad, Beca conoce al universitario de al lado Jesse (Skylar Astin), otro estudiante de primer año y miembro del grupo rival a capella. Son prácticamente Montescos y Capuletos, excepto que en lugar de suicidarse reorganizan Killing Me Softly.
A pesar de girar en torno al canto, girando a estudiantes de primer año de la universidad, la película logra enseñarnos qué hacer y qué no hacer al iniciar una nueva relación. Algunas lecciones:
1. Haz que tus amigos sean el centro de tu vida. Beca nunca pone a Jesse al frente y al centro. En cambio, ella coquetea con él mientras se concentra en sus nuevas amistades femeninas, así con la inimitable Fat Amy (interpretada por Rebel Wilson), el personaje más divertido de la película. Al final, está agradecida por todas las amistades que ha hecho.
2. Sigue tus sueños y pasiones. Beca nunca pierde de vista su primer amor: hacer música. Lo comparte con Jesse y con el mundo, e incluso arriesga su membresía de Barden Bellas por el bien de la creatividad musical, lo que hace que Jesse se enamore de ella.
3. Deja que el amor entre en tu vida. Cuando Jesse intenta proteger a Beca de pelear con Aubrey, ella lo empuja y crea una brecha entre ellos. Él cuestiona por qué rechazaría a cualquiera que quiera estar emocionalmente cerca de ella, y ella casi lo pierde por su orgullo. La paciencia de Jesse demuestra que está en esto a largo plazo, pero lleva algo de tiempo convencer a Beca.
4. Comparta cosas en común. Beca y Jesse se unen por ser nuevos en la escuela y por su amor por la música. Ella comparte sus composiciones con él, mientras él intenta que se siente a ver una película sin quedarse dormida. Afortunadamente, llega al final de The Breakfast Club: verás por qué.
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Imagen cortesía de Universal Pictures.
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